Ondas de Choque para Unir Fracturas
En ocasiones las fracturas no acaban de curarse. Los médicos llamamos a este problema retraso de consolidación cuando pasan meses sin que el hueso mejore y pseudoartrosis cuando pasados 9 meses la fractura sigue sin pegar.
Normalmente esto requiere un tratamiento quirúrgico con colocación de injerto óseo de la cadera o de banco de hueso, revitalizar el hueso y volver a estabilizar con placas tornillos o clavos. Esto supone un enorme coste y un enorme riesgo para el paciente y los sistemas sanitarios.
La onda de choque ofrece una alternativa prometedora con una reducción drástica de los riesgos y los costes. Se trata de un tratamiento poco molesto que se aplica desde el exterior y ayuda a revitalizar el tejido óseo y estimular su crecimiento y remodelado.
Antes de tratar un fallo de consolidación, buscaremos con ecografía o con alguna prueba radiológica, el lugar exacto donde el hueso no está pegando. Una vez localizada el área y conocida la profundidad a la que se encuentra, aplicaremos el tratamiento. La intensidad se va aumentando progresivamente para facilitar que sea tolerable.
Existen varios estudios que respaldan el uso de este tratamiento para el fallo o retraso de consolidación. Algunos autores consideran que la onda de choque debería pasar a ser siempre la primera opción en esta patología.
Aplicaremos varias sesiones, una cada semana, para estimular al máximo las células del hueso y el periostio. Estas células son las que van a formar el hueso nuevo. Las células del esqueleto óseo responden mucho a los estímulos de compresión, por eso el hueso crece en las zonas donde cargamos peso y por eso la onda de choque funciona muy bien. Mediante un cambio brusco de presión, las células del hueso interpretan que el hueso necesita reforzarse y se ponen a trabajar.