Las ondas de choque se usan desde 1988 en el ámbito de la rehabilitación y las indicaciones han ido aumentando progresivamente hasta abarcar hoy en día muchas tendinitis y problemas musculares.

La onda de choque, también llamada onda acústica, es un fenómeno físico que consiste en un cambio rápido de presión. Este cambio de presión produce lo que en medicina se conoce como cavitación, que consiste en la formación de burbujas en los tejidos. Las células que reciben este tratamiento se activan, su metabolismo se pone en marcha para iniciar la reparación del órgano afectado.

Existen dos tipos de onda de choque: la radial y la focal. Los aparatos que generan ondas de choque focales concentran la energía en un punto que puede estar a diferentes profundidades y no sufre ninguna vibración al generar la onda. El aparato radial es similar a un martillo neumático y libera la energía de forma superficial. Mientras que el aparato focal puede usarse en multitud de patologías, el radial sólo ha demostrado efectividad en lesiones tendinosas. En nuestra clínica utilizamos un aparato de ondas de choque focal.